Llevo trabajando hace muchos años en el mundo de la comunicación dentro de la rama del cine, me conocen como Laura, la que comunica (también el teléfono).
Fue así como conocí a Margot, en un festival de animación que nunca dejó de sorprenderme por todo lo que tenía que contar con sus colores, sus técnicas, sus historias fascinantes y llenas de magia.

Ella llevaba la producción y a mí me parecían estupendas las aplicaciones que realizaba en todos los productos de merchandising (también llamadas margotadas) que le pasaban por delante y disfrutaba con el mundo del diseño y la ilustración.

Y un día… empezó con las galletas, las que hablaban, y entonces fue cuando vi que teníamos que unirnos, ella produciendo galletas de diseño y yo convirtiéndolas en material susceptible de comunicar, no había alternativa.